martes, 3 de marzo de 2009

Líderes Jóvenes, ¿Nueva opción política?

....Recientemente he leído varios comentarios y artículos sobre la actuación del Movimiento Estudiantil Opositor, durante las últimas contiendas electorales del 2D, 23N y del 15F, despertándome un gran interés la forma como es percibida por la sociedad en general, el desempeño de estos jóvenes líderes que han trascendido los espacios de los recintos educativos y universitarios presentándole una opción al país, que si bien no es propia, indica el camino para la reconstrucción de una patria modelo, con estructuras sociales y políticas dignas de un Estado democrático, de garantías constitucionales, de Justicia y Paz Social y de la de tan ansiada Libertad que hoy día, vemos como se nos cierra en el camino.
....No me voy a remontar en un estudio sociológico sobre los Movimientos Estudiantiles, de cómo surgieron y sobre las teorías en las que se fundamentan; quiero opinar sobre la corriente que va generando esta esperanzadora generación de jóvenes que casi con ingenuidad irrumpen en un escenario convulsionado en las diatribas políticas de un Estado agresor y de una ciudadanía indefensa que ha apostado su respaldo a las organizaciones políticas tradicionales y a sus dirigentes, y hasta la fecha han sido infructuosas, utilizando un término medio, sus aspiraciones de alcanzar el país que se quiere.
....Expertos politólogos, coinciden en la falta de organización y de mayor claridad en la definición de los objetivos que se plantean en el Movimiento Estudiantil al momento de la participación en el escenario político. Otros ilustres académicos, sugieren una mayor comprensión y análisis del los temas éticos y filosóficos para generar una clara propuesta de modelo de país y sobre todo de “romper” con la imagen trillada y agotada de los actores que hasta el momento no han podido hacer mella al gobierno a sus dirigentes y a sus intenciones. Es cierto que no se puede llegar a esto solo; sin embargo, ninguna organización política ha logrado la convocatoria y el nivel de aceptación de los estudiantes..
....Tenemos claros ejemplos de líderes jóvenes que emergieron del contexto estudiantil, y que valientemente afrontaron roles importantes dentro de los escenarios electorales que recientemente pasamos. No obstante, no deja de ser razonable la percepción de numerosas personas, que muchos de estos muchachos están siendo absorbidos y hasta utilizados, por las grandes corporaciones políticas, desprestigiadas, amañadas y hasta cómplices de este desastre nacional, como única vía para mantenerse entre las preferencias de los ciudadanos de sentido crítico, que poseen el extraordinario valor de disentir del gobierno y de amplia vocación democrática.
....Este es un buen momento de preguntarnos, si acaso no es el tiempo de estos jóvenes para presentarse con su combativo discurso y su irreverente actitud, crucial característica que los distingue del otro sector estudiantil que apoya al gobierno, e invitar a la sociedad venezolana a la reconciliación de las ideas y de la renovación de sus aspiraciones. ¿Es que acaso los jóvenes que participaron en la Generación del 28, fueron más y mejores preparados que estos hijos del período revolucionario?; pues no, aquellos trascendieron durante mucho tiempo en la escena nacional y fueron favorecidos precisamente por su arrojo y entrega, desde ellos nacieron los partidos políticos y no al revés, desde ellos se configuró una actitud, una personalidad y una distinción que brilló y que aún brilla, sin la intervención de jefes políticos y jerarcas de partidos para lograrlo; basta con analizar lo que sucedió en esos años para entender la actual situación.
....Es por ello que mi opinión va entonces en darle a nuestros jóvenes estudiantes, trabajadores, deportistas, artistas y dirigentes sociales, la oportunidad de consolidar la vanguardia política que posibilite los cambios que muchos deseamos dentro del escenario democrático, en un clima de paz y tolerancia, dentro de la discusión sin el temor de disentir, dentro de la construcción de un modelo social de inclusión, lejos de la discriminación y de la exclusión, lejos del totalitarismo y las imposiciones, lejos del odio y el resentimiento, entendiendo que los valores democráticos son dinámicos y constructores. Esta reflexión me permite soñar que existe una generación de relevo, para la conducción del país, para la toma de decisiones de los aspectos del interés colectivo, capaces de diseñar desde la más sana postura las posibles soluciones de las comunidades y sus problemáticas, de ser portadores del mejor mensaje de esperanza que verdaderamente represente el que desea el bravo pueblo venezolano.
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