sábado, 1 de abril de 2017

ENSAYO – Recomendaciones Sencillas

      Muchos pensamos que a la hora de hacer un ensayo se nos pone la mente en blanco y en otros casos, lo vemos como algo muy difícil, pero en realidad es muy simple.

      Estas son algunas recomendaciones sencillas para elaborar un ensayo.
    El Ensayo es una composición literaria en la que damos nuestro punto de vista o interpretación sobre un determinado tema en particular, bien sea en el ámbito social, político, humorístico, filosófico, jurídico, de investigación, entre otros. El Diccionario de la Real Academia Española (DRAE, 2016) define el ensayo como: “Escrito generalmente breve, sin el aparato ni la extensión que requiere un tratado completo sobre la misma materia”
      A la hora de comenzar a hacer un ensayo, tenemos que recordar todo lo que sepamos sobre un determinado tema y empezar a dar nuestro propio punto de vista. Hacer una primera evaluación de la información obtenida sobre la compresión del tema y nuestra postura con respecto a éste.
     En este sentido se recomienda, leer en actitud de trabajo, es decir, concentrados; haciendo una lectura de estudio profunda para sustentar lo que se va a escribir. El Ensayo NO se compone de COPIAR Y PEGAR, textos y párrafos de contenidos extraídos de la web.  
      El ensayo se compone de una estructura interna que incluye el análisis, la cual es es la parte fundamental y esencial del mismo; el análisis consiste en la clasificación de la información, en ordenarla, entenderla e interpretarla.
      Por otro lado, la síntesis, es el paso más importante, pues consiste en saber expresar las ideas de los autores con las palabras de uno mismo. Tener el concepto, la idea, es el objetivo de este momento y saber expresarla en forma oral o por escrito utilizando tu propio estilo.
     En el mismo orden de ideas, está el comentario: es un aporte personal, acompañado de reflexiones, críticas, comentarios y propuestas.
     Se sugiere igualmente, utilizar la técnica del subrayado  (o resaltado), lo cual ayuda a ir localizando las ideas principales del tema en estudio; es lo que se llama comúnmente resumen, que servirá para fundamentar el ensayo con textos o frases al pie de la letra, entrecomillados.
       De acuerdo a su estructura, el ensayo puede presentarse en este determinado orden:
     Se sugiere iniciar con una primera parte correspondiente a la (1) Introducción en la que se expresa el tema y el objetivo del ensayo; se explica el contenido y los subtemas o capítulos que abarca, así como los criterios que se aplican en el texto, es el 10% del ensayo y abarca más o menos media hoja.
     Sucesivamente se aborda el (2) Desarrollo del tema, el cual contiene la exposición y  análisis del mismo, se plantean las ideas propias y se sustentan con información de las fuentes necesarias: libros, revistas, Internet, entrevistas y otras. Constituye el 80% del ensayo; abarca más o menos de 2 a 4 páginas (depende de la exigencia concreta). En él va todo el tema desarrollado, utilizando la estructura interna: 60% de síntesis, 20% de resumen y 20% de comentario.
     Seguidamente, se presentan las (3) Conclusiones, en este apartado el autor expresa sus propias ideas sobre el tema, se permite dar algunas sugerencias de solución, cerrar las ideas que se trabajaron en el desarrollo del tema y proponer líneas de análisis para posteriores escritos. Contemplan el otro 10% del ensayo, alrededor de media página.
     Finalmente  se presenta la (4) Bibliografía, al final se escriben las referencias de las fuentes consultadas que sirvieron para recabar información y sustentar las ideas o críticas; estas fuentes pueden ser libros, revistas, páginas web, entrevistas, programas de televisión, vídeos, entre otros.
         Una primera lectura evaluativa al interior de la obra nos permitirá descubrir más errores que si se hace ésta de manera parcial. También es conveniente dejar un tiempo de “reposo” al trabajo y no revisarlo de manera inmediata, con el objeto de tomar distancia y así posteriormente leerlo con mayor objetividad.
     Primero, se sugiere revisar el cuerpo del trabajo y cuando hayamos terminado, proceder a revisar las conclusiones y la introducción considerando que estas dos partes constituyen el fin y el principio del trabajo además de ser los elementos que siempre se redactan hasta el último.
     Con estas breves y sencillas sugerencias y recomendaciones, se pretende dar una orientación a aquellos interesados en comenzar con la aventura creativa de la escritura de ensayos.

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